Del 8 de abril al 4 de mayo 2010
Akros Gallery
Juan de Ajuriaguerra, 16
Bilbao
Llego tarde a esta publicación, pero aún así quería hacerlo. A causa de la exposición propia en la Sala de Exposiciones Municipal de Barakaldo y otras vicisitudes no he podido ir a pintar a la Agrupación de Acuarelistas Vascos en nuestra querida sede en Bilbao. Por lo tanto, no me he enterado de esta magnífica exposición de J.M. Méndez.
No obstante, he querido publicar esta pequeña entrada en mi blog de arte para dejar constancia de mi visita y admiración hacia este pintor.
J.M. Méndez nació en Mundaka en 1964, estudió Bellas Artes e Historia en Leioa y Alava respectivamente.
Ha realizado numerosas exposiciones, las más importantes desde 1998 en Salas de exposiciones, Aulas de Cultura, y Galerías como: Cubita (Getxo), Tavira (Bilbao) y Akros Gallery (Bilbao).
Ha recibido numerosos premios y distinciones por toda España. Sus colecciones están expuestas en Fundación BBK, Diputación de Guadalajara, Museo de Melilla, Fundación Caja Madrid, Ministerio de Justicia, Ayuntamiento de Calahorra, Urduliz, Zarautz, Sondika, Ortuella, Medina de Pomar, Frías, y Eibar. También hay colecciones privadas en EEUU e Inglaterra…
Gerardo Fontanes Pérez en Akros Gallery escribe para esta exposición:
«José Manuel Méndez
Sencillamente, lo visto, lo vivido y lo pintado.
No hay árbol sin semilla, ni planta que florezca sin cuidados. José Manuel Méndez tiene ambas cosas.
Es un Arte de líneas firmes; de dibujo sólido; de conceptos claros. Deja de lado dédalos y vericuetos ilustrados, signos cabalísticos y repeticiones monotemas que pudieran estar más en el entorno de lo patológico obsesivo que lo artístico.
Refleja en grises tonalmente ajustados aquello que le ha impresionado. Pero hay más cosas en su técnica, en la forma en que trata los sutiles fondos, en el atrevimiento de sus perspectivas, la bravura de sus contrastes coloristas, en su brusquedad deliberada de la sorpresa del color-luz, adviniendo como un amanecer revelador de formas, matices y ambientes. Dentro de todo esto está la vital semilla escondida de su certera proyección como pintor.»